Este texto vino a mí en un momento de profunda conexión con Magdalena, eran días intensos, sagrados, en los que tenía visiones claras de Ella.
Sentía cómo bajaban informaciones a mi cabeza y a mi corazón, llenándome de sabiduría ancestral, como si una antigua llama se encendiera nuevamente en mi útero y en mi voz.
Las palabras llegaban sin esfuerzo, solo tenía que escuchar y dejarme escribir.
Supe en lo profundo de mi ser que todo esto formaría parte de un libro, que pronto tomará forma. Un libro que está íntimamente conectado con estos textos antiguos, que han abierto memorias dormidas en mí y han levantado mi espíritu, animándome a seguir la senda de la Hermandad de la Rosa, y de su Rosa Primaria, Magdalena.
Ella siempre camina conmigo, y en pocos días volveré a los lugares del Sur de Francia donde su huella permanece viva, allí, continuaré mi búsqueda entre los textos y entre mis huesos, en el llamado profundo de mi misión de vida.
Sobre el Origen Esotérico y Singularidad del Evangelio
Cuando comencé a explorar el Evangelio de la Compañera Amada, algo en mí tembló como una campana ancestral., sentía que no era simplemente una lectura, sino una reconexión, un hilo invisible me llevaba a otra vida, otra memoria, otro pacto con la Rosa.
Este texto no pertenece a los evangelios canónicos, tampoco forma parte de los conocidos evangelios gnósticos de Nag Hammadi descubiertos en Egipto en 1945, este evangelio tiene una raíz distinta, una voz más íntima, más silente y a la vez más viva.
Según Jehanne de Quillan, su traductora, fue preservado por una comunidad espiritual femenina iniciática en el sur de Francia, quizás esenias, quizás cátaras, quizás algo más antiguo aún... algo que permanece sin nombre porque no necesita ser nombrado.
El manuscrito, escrito originalmente en griego alejandrino, fue traído desde Egipto a Occitania hacia el siglo I y no fue hallado en una vasija de barro, sino custodiado en la memoria viva de mujeres que guardaron el fuego en secreto, siglo tras siglo, Jehanne tradujo lo que le fue transmitido como legado directo, y yo, al leerlo, sentí que algo muy dentro de mí lo reconocía.
A diferencia de otros textos gnósticos fragmentarios, este evangelio es completo, coherente, y profundamente femenino.
La voz que se escucha es la de Miriam de Magdala, no como testigo ni discípula, sino como la Compañera Amada, la que ve el Todo, la que comprende sin palabras.
En sus páginas no hay doctrinas impuestas, ni figuras severas, ni amenazas de castigo..hay susurros, hay verdad suave, hay amor incondicional y lucidez.
Aquí, Dios no es un padre distante ni un juez implacable, es aliento..es abrazo, es presencia en cada hoja, en cada piedra, en cada cuerpo que recuerda su luz.
Y quizás por eso este texto nunca pudo formar parte del canon.
Porque destruye los pilares del poder que excluyeron a la mujer del altar.
Porque devuelve a María Magdalena su lugar sagrado como maestra, guía y portadora de la sabiduría crística.
Porque invita a mirar hacia adentro, y no hacia arriba.
Leer este evangelio es como abrir una rosa cerrada desde hace siglos, una rosa que, al desplegarse, no huele a perfume, huele a fuego antiguo, a tierra mojada, a cuerpo sagrado, a verdad encarnada.
No sé si este evangelio sobrevivió por azar o por destino, lo que sí sé, es que ha llegado en este tiempo porque hay mujeres —como tú, como yo— que están listas para recibirlo, no como teoría, sino como semilla viva.
Y yo, que pronto volveré al sur de Francia, a los caminos de Magdalena, lo llevaré conmigo, porque ya no es un libro es un espejo de mi alma y un mapa de mi misión.
Contenido Central del Evangelio
Este evangelio presenta una narrativa completamente distinta de la historia oficial y cuando lo leí por primera vez, algo se encendió en mí.
No era una lectura más, era como si las palabras despertaran códigos antiguos en mis células, como si desde las páginas emergiera una voz que yo ya conocía desde otras vidas.
María Magdalena no aparece como una mujer arrepentida ni como una figura secundaria, Ella es la que ve el Todo, la que escucha el Silencio, la que camina al lado del Maestro con la misma Luz.
En este evangelio, no hay jerarquía entre ellos, no hay estructura de poder., solo hay amor verdadero, amor que revela, amor como vía espiritual.
Miriam no es simplemente “la compañera” es la presencia encarnada de la Sabiduría, es la transmisora viva de la gnosis del corazón.
No encontré en sus páginas milagros diseñados para provocar asombro, ni doctrinas impuestas desde el temor, encontré en cambio, visiones íntimas, palabras suaves como pétalos, revelaciones que solo pueden nacer del silencio compartido.
El vínculo entre Yeshua y Miriam no es romántico en el sentido común: es alquimia, es la danza del femenino y masculino sagrado en comunión total.
Leer este texto es como beber agua directamente de una fuente escondida, una fuente que no promete salvación, sino recuerdo.,no se trata de creer, sino de recordar, de permitir que la Sabiduría —que nunca se fue— vuelva a florecer en nuestra carne, en nuestra voz, en nuestras lágrimas.
Temas Clave, revelados desde mi Corazón
Unidad con el Todo
Desde las primeras palabras del Evangelio, sentí cómo se desmoronaban los muros que alguna vez me hicieron creer que lo Divino vivía lejos, separado, ajeno a mí, aquí, no hay cielo distante ni promesa futura, lo sagrado no está arriba ni abajo: está aquí, en mi respiración, en el latido de mi útero, en el gesto silencioso de una mujer que sana.
Este texto me enseñó que el Reino no es un lugar: es una frecuencia, una vibración que se despierta cuando recordamos que somos parte del Todo y que el Todo habita en nosotras.
Camino del Conocimiento Interior (Gnosis)
No hay obediencia en este camino, no hay miedo..en cambio hay reconocimiento interno, gnosis viva, experiencia directa de lo eterno dentro de lo humano.
Yeshua no enseña con autoridad, sino con presencia y Miriam lo recibe con apertura, no como discípula sometida, sino como igual.
Este evangelio me recordó que la sabiduría no se memoriza, se despierta y se manifiesta cuando dejo de buscar fuera y me atrevo a sumergirme en la profundidad de mi propio misterio.
Transformación a través del Amor
El amor que se revela entre Yeshua y Miriam no es posesivo, no es romance mundano, no es unión de cuerpos, sino de almas, es el tipo de amor que te disuelve para hacerte nacer de nuevo, que abraza tu sombra y tu luz sin juzgar.
Este amor no busca completarse en el otro, sino despertar el Uno dentro de sí y esto me hizo comprender que la verdadera transformación espiritual no viene de castigo ni mérito, sino de abrirse completamente al acto de amar. A ti. Al Todo. A lo que Es.
Importancia de lo Femenino Divino
Aquí, la mujer no es seguidora, no es pecadora redimida..es oráculo, guía, vaso sagrado del conocimiento divino.
Miriam es portadora de la Sophia, esa sabiduría profunda que nace del vientre, de la Tierra, del silencio.
El Evangelio de la Compañera Amada no es sólo un texto sobre María Magdalena es su voz renacida en nosotras, recordándonos que fuimos hechas para dar vida, sí, pero también para dar Luz, para custodiar misterios, para ser sacerdotisas del alma.
Rechazo del poder jerárquico
Yeshua no edifica templos, no impone leyes, no construye dogmas, enseña en el campo, en la cueva, en la intimidad del corazón, su autoridad no viene de títulos, sino de presencia.
Y este evangelio es un grito silencioso que me dice: libérate de todo aquello que te separa de ti misma, la liberación es interior y la sabiduría no necesita estructura, sólo verdad vivida, porque la espiritualidad no se impone, se encarna.
Iniciación para la Mujer Moderna
Lo que más me conmovió cuando leí el Evangelio de la Compañera Amada no fue solo lo que decía... sino lo que deshacía dentro de mí.
Deshacía capas, ideas heredadas, figuras masculinas que, durante siglos, ocuparon un lugar que no era suyo en el trono de mi alma.
Este texto no habla de un Dios severo, que observa desde lejos y castiga desde las alturas.
Aquí no hay un cielo lejano ni una cruz que deba ser cargada como castigo.
Aquí hay una llama interna que se enciende, una Presencia que habita el susurro, el cuerpo, el corazón, Dios no es Él ni Ella, es Unidad, es Respiración, es Amor encarnado.
Cuando comprendí eso, supe que ya no necesitaba pedir permiso, que mi altar no estaba en una iglesia, sino en mis manos, en mi sangre, en mi capacidad de sostener a otras, de mirar con ojos claros, de amar con todo mi ser.
Este evangelio restituye a María Magdalena no como una figura decorativa del Nuevo Testamento, sino como lo que siempre fue,
una Maestra, una Iniciada, una Sabia, una mujer que caminó al lado del Cristo no por devoción ciega, sino por resonancia profunda de almas.
Y si estás leyendo esto, si lo sientes en el pecho, es porque tú también formas parte de esa Hermandad Silenciosa que ahora comienza a alzarse otra vez.
Porque hoy, más que nunca, las mujeres necesitamos recordar.
No seguir reglas impuestas, no buscar dioses fuera., sino recordar que nosotras somos las herederas del misterio, las guardianas del lenguaje sagrado que no se habla con palabras, sino con vibración, con gestos, con mirada.
Si tú también sientes el llamado de esta senda gnóstica, de las enseñanzas ocultas que vibran entre las líneas de este evangelio, aquí te comparto lo que yo he aprendido en el camino, como hermana y caminante:
Escucha tu cuerpo como si fuera un códice sagrado: en él se guarda la memoria de lo que ya sabes, no lo ignores, no lo disciplines.
Ámalo respétalo y baila con él.
Haz del silencio tu templo: las enseñanzas de Yeshua y Magdalena no eran gritadas desde púlpitos, eran susurradas entre cuevas, bajo las estrellas, al oído de quienes estaban listas para recordar.
Sigue el hilo de la Rosa: la Rosa no es solo símbolo, es frecuencia, cuando medites, visualízala en tu pecho, cuando camines, imagina que florece bajo tus pies. Cuando dudes, regresa a su centro.
Honra tu intuición: no necesitas que nadie te diga lo que es verdad, escuchate..si tu corazón vibra, si tu piel se eriza, si una lágrima cae sin razón aparente, entonces has tocado la Verdad.
Y no olvides que no estás sola.
La Hermandad de la Rosa está viva..está creciendo..está despertando y cada vez que tú recuerdas, todas recordamos un poco más.
Esta senda no es fácil pero es hermosa, luminosa y salvaje, no es para quienes buscan respuestas listas, sino para las que están dispuestas
a sentir la Verdad en el hueso y en la médula.
María Magdalena no nos llama para que la veneremos, nos llama para que la encarnemos.
Yeshua no nos guía para que lo sigamos, nos guía para que nos recordemos como Cristos también.
Así que si algo en ti se mueve mientras lees estas palabras…no lo ignores.
Si sientes el llamado…
Querida hermana, si mientras leías estas palabras sentiste que algo en tu pecho se abría, si una lágrima cayó sin razón lógica, si un escalofrío suave recorrió tu espalda…no lo ignores.
Eso no es casualidad..eso es memoria despertando..es la voz de la Rosa hablándote desde dentro.
Porque este evangelio no solo narra una historia antigua, es un espejo que refleja tu propio linaje olvidado, el de las mujeres sabias,
las que cantaban a la luna, las que sanaban con sus manos y hablaban con los árboles, las que no necesitaban autorización para estar en comunión con lo sagrado porque ellas eran lo sagrado.
Hoy, esa Hermandad silenciada por siglos, vuelve a alzarse con la fuerza suave del amor verdadero.
Y si estás leyendo esto, es porque formas parte de ella.
No necesitas ser perfecta.
Solo necesitas recordar.
Solo necesitas permitirte sentir.
Si sientes que quieres ir más allá, te invito con el alma y el cuerpo abierto a caminar conmigo por las tierras del sur de Francia, en la Ruta de la Magdalena, donde cada piedra guarda una historia, cada cueva es un útero de revelación, y cada paso es una activación del camino que Ella misma abrió para ti.
Estos viajes no son turísticos, son peregrinaciones iniciáticas, son actos de memoria y renacimiento, allí no solo visitamos lugares, nos recordamos a nosotras mismas como templos.
Te acompañaré con rituales, breathwork, meditación, tambor, aceites sagrados, fuego, y mucha presencia, caminaremos sus pasos, sentiremos su vibración en la piel, nos dejaremos tocar por la magia que aún respira en Rennes-le-Château, Sainte-Baume, Saintes-Maries-de-la-Mer, Montségur y tantos otros umbrales.
Y si resuena en ti lo más profundo de este camino…si anhelas comprender de verdad lo que significa ser Sacerdotisa de la Hermandad de la Rosa,
entonces permíteme decirte que una nueva puerta está por abrirse.
En breve, nacerá el Codex Rose, un códice vivo, un mapa espiritual que he canalizado directamente desde la frecuencia de Magdalena y la Sophia, un documento de alma, un código vibratorio para las mujeres que están listas para caminar con el corazón despierto, con el útero como brújula y la rosa como estandarte.
El Codex Rose será la base de una nueva Hermandad, libre de jerarquías, anclada en la sabiduría encarnada y en la verdad femenina.
Una guía para quienes anhelan recordar su sacerdocio natural,
para quienes saben que han sido llamadas a sanar, a servir, a abrir caminos con ternura feroz.
Si esto vibra en ti,
si estas palabras tocan tu alma como un tambor lejano que te llama a casa…
entonces escríbeme
Camina conmigo
Respira este legado
Porque no estás sola
Porque la Hermandad ya está despierta
Porque Magdalena camina con nosotras
Y porque ha llegado la hora
La hora de volver al Templo
La hora de volver a ti
Con amor en pureza y gracia
Rossella
© Rossella Fontana – Todos los derechos reservados.
Este texto ha sido canalizado y escrito desde la voz del alma.
Queda prohibida su reproducción total o parcial sin el consentimiento previo y por escrito de la autora.
Gracias por honrar la creación como acto sagrado.
La imagen ha sido creada con inspiración visual y simbólica en el libro The Gospel of the Beloved Companion, como homenaje espiritual a su esencia y mensaje.
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