La Materia Oscura: Los Daemons, Eva y la Rebelión Contra el Poder

Publicado el 15 de marzo de 2025, 1:38

 

"Más allá de los mundos visibles, donde la verdad desafía al poder y el alma toma forma, la aventura apenas comienza"

 

La trilogía La Materia Oscura de Philip Pullman llegó a mí en un momento de mi vida que quedó grabado en mi alma. No fue solo una lectura, fue una revelación. Recuerdo perfectamente el momento en que este libro llegó a mis manos. Vivía en Lierna, un pequeño rincón de ensueño en el Lago de Como, rodeada de un jardín exuberante donde los tilos, los cedros del Líbano y los abetos se alzaban como guardianes de un mundo mágico. Las montañas se reflejaban en las aguas serenas del lago, y el aire estaba impregnado de un aroma fresco y antiguo, como si la naturaleza misma susurrara secretos olvidados. Fue allí, en ese santuario natural, donde mi vida tomó un giro inesperado: una enfermedad me obligó a permanecer en casa durante meses, apartada del bullicio del mundo exterior.

Para muchos, una enfermedad prolongada podría parecer una maldición, pero para mí fue el regalo más grande que la vida pudo darme. Me enfrenté a mi lado más íntimo, a mis sombras y mis luces, a la soledad que, en vez de pesar, se convirtió en una aliada. En ese tiempo de retiro involuntario, mi alma se fortaleció, mi temple se forjó, y mi visión del mundo comenzó a transformarse.

Y fue justo en ese período cuando encontré la trilogia de La Materia Oscura de Philipe Pullman, un libro que hablaba de mundos paralelos, de daemons, de rebelión contra el poder absoluto y de la búsqueda de una verdad más allá de los límites impuestos.

Desde las primeras páginas de La Brújula Dorada, sentí que aquel libro había sido escrito para despertar algo en mi interior. Con cada capítulo, las palabras de Pullman me abrían los ojos a un mundo de significados ocultos, de filosofía, de rebelión contra el dogma y de búsqueda del conocimiento.

La Brújula Dorada: El Comienzo de la Aventura

El primer libro nos introduce a Lyra Belacqua, una niña que vive en el Oxford de un mundo paralelo, donde cada persona está acompañada por su dæmon, una manifestación externa de su alma en forma de animal. Pero su mundo cambia cuando descubre una conspiración del Magisterium para separar a los niños de sus dæmons, una atrocidad que simboliza la mutilación de la esencia del ser humano.

La idea de los dæmons resonó profundamente en mí. En la antigua Grecia, los daimones eran guías espirituales, no entidades malignas como el cristianismo posteriormente los interpretó. En La Materia Oscura, representan la esencia de cada individuo, su libertad, su alma en su estado más puro.

La Daga: La Puerta Entre Mundos

El segundo libro nos lleva a un nuevo escenario, donde Lyra conoce a Will Parry, un niño de nuestro mundo que ha encontrado una daga capaz de cortar la realidad misma y abrir portales entre dimensiones. Juntos, descubren que el Magisterium ha tratado de controlar el Polvo, esa sustancia misteriosa que parece ser la fuente de la conciencia y la conexión con el universo.

Este concepto del Polvo me sacudió. La Iglesia dentro de la historia lucha por erradicarlo, creyendo que está ligado al pecado original, pero la realidad es otra: el Polvo no es corrupción, es iluminación. A medida que comprendía esto, me preguntaba: ¿cuántas veces a lo largo de la historia real se nos ha dicho que el conocimiento es peligroso? ¿Cuántas veces la curiosidad ha sido castigada en nombre de la obediencia ciega?

El Catalejo Lacado: La Caída Como Liberación

El último libro revela la verdad central de la historia: Lyra es la nueva Eva, y su destino es decidir el futuro de toda la humanidad. Sin embargo, Pullman le da un giro a la historia bíblica. La caída de Eva no fue una tragedia, sino el primer paso hacia la libertad. El Magisterium quería impedir que Lyra viviera su destino, pero su viaje con Will la lleva a entender que el conocimiento y el amor son las verdaderas fuerzas de la creación.

Cuando llegué a este punto de la historia, comprendí cómo este libro había marcado el inicio de mi propia búsqueda. La historia de Lyra reflejaba lo que yo misma estaba comenzando a experimentar: la ruptura con las estructuras impuestas, el cuestionamiento del dogma y la búsqueda de una verdad más profunda.

Los Daemons y su Raíz en la Cultura Griega

Desde las primeras páginas, quedé fascinada por la idea de los daemons. Estos seres, que en la historia de Pullman son manifestaciones externas del alma de cada persona en forma de animal, evocaban una sensación de reconocimiento profundo en mí.

En la antigua Grecia, los daimones eran considerados guías espirituales, mensajeros entre los dioses y los humanos, protectores del destino de cada individuo. No eran demonios en el sentido cristiano, sino presencias sagradas que ayudaban a los seres humanos a encontrar su camino.

La relación entre Lyra y su daemon, Pantalaimon, me hizo reflexionar sobre la conexión con nuestra intuición, con esa voz interior que nos susurra el camino correcto cuando el ruido del mundo intenta desviarnos.

Recordé tantas veces en mi infancia y adolescencia en las que sentía una presencia dentro de mí, una certeza silenciosa que me guiaba. Leer sobre los daemons fue como encontrar una confirmación de algo que siempre había sentido pero que nunca había sabido cómo nombrar.

El Mensaje Oculto: Rebelarse Contra el Poder Absoluto

Lo que también resonó profundamente en mí fue la representación del "Magisterium", la institución religiosa que en la novela simboliza el control absoluto del pensamiento y del conocimiento.

Siempre había sentido una inquietud frente a las estructuras de poder que imponían dogmas sin permitir el cuestionamiento.

En " La Materia Oscura ", Pullman denunciaba cómo el miedo se usa como herramienta de dominación y cómo la verdadera libertad solo puede lograrse cuando nos atrevemos a buscar la verdad por nosotros mismos.

Lord Asriel, el desafiante y temerario explorador, se convierte en la figura del rebelde que lucha por desentrañar los secretos del "Polvo", una sustancia mística que parece estar ligada a la conciencia y al despertar del alma. Este concepto me recordó la historia de Prometeo, quien robó el fuego a los dioses para entregárselo a los humanos, desafiando el orden divino por el bien del conocimiento.

Pullman no oculta su crítica a la religión organizada. En su universo, el Magisterium representa a la Iglesia en su forma más opresiva, una institución que busca controlar el pensamiento, el conocimiento y la voluntad humana.

El Vaticano y la Censura de la Película

No me sorprendió descubrir años después que el Vaticano había presionado para evitar que se filmaran las secuelas de la adaptación cinematográfica de 2007. La película, protagonizada por Nicole Kidman, fue diluida en su mensaje para evitar conflictos con la Iglesia, pero aun así fue condenada por su contenido.

Lo que el Magisterium hace en el libro no es diferente de lo que la Iglesia ha hecho a lo largo de la historia: controlar, censurar y suprimir cualquier idea que desafíe su autoridad.

La serie de HBO, lanzada en 2019, logró finalmente traer a la pantalla toda la profundidad de la historia, sin concesiones.

Eva Primigenia: La Reivindicación de lo Femenino y mi Propia Revelación

Crecí escuchando la versión tradicional del mito de Eva: la mujer que, por su curiosidad y deseo de saber, condenó a la humanidad. Aprendí desde niña en la escuela de monjas que el conocimiento sin permiso era peligroso, que cuestionar era desobedecer. Pero yo siempre había sentido, en lo más profundo de mi ser, que la historia de Eva debía ser otra.

La Caída Como Liberación y la Eva de Pullman

El último libro revela la verdad central de la historia: Lyra es la nueva Eva, y su destino es decidir el futuro de toda la humanidad. Sin embargo, Pullman le da un giro a la historia bíblica. La caída de Eva no fue una tragedia, sino el primer paso hacia la libertad.

El Magisterium quería impedir que Lyra viviera su destino, pero su viaje con Will la lleva a entender que el conocimiento y el amor son las verdaderas fuerzas de la creación.

En la visión de Pullman, Eva no es la culpable de la caída, sino la portadora de la chispa del despertar. Su historia se aleja de la narrativa judeocristiana del pecado original y se acerca más a la interpretación gnóstica de la sabiduría prohibida.

En los textos gnósticos, Eva es la que recibe la luz del conocimiento, la que desafía a la autoridad opresiva del Demiurgo para abrirle a la humanidad el camino a la verdadera comprensión. Pullman recoge esta tradición y la integra en la figura de Lyra, quien, al alcanzar la madurez, no es castigada, sino exaltada por su capacidad de amar, conocer y elegir libremente.

Lyra no solo desafía al Magisterium, sino que, al final de la historia, comprende que la única manera de restaurar el equilibrio en los mundos es mediante la construcción de la República del Cielo, una idea que encarna la visión gnóstica de que el paraíso no es un lugar al que se accede mediante la sumisión a un dios autoritario, sino algo que debe construirse en la Tierra a través del conocimiento, la justicia y la experiencia directa de la verdad.

El papel de Will es también fundamental. Juntos, Lyra y Will representan los principios complementarios del gnosticismo: el femenino como portador del conocimiento y el masculino como aquel que lo canaliza y lo pone en acción. Su amor es el verdadero acto sagrado que desafía la falsa divinidad del Magisterium. En este sentido, Pullman reescribe no solo el mito de Eva, sino también el de Adán y Eva como compañeros en la creación de una nueva realidad, no como seres que deben ser castigados por su deseo de saber.

Para mí, esta reinterpretación fue un eco de algo que siempre había sentido en mi interior, algo que había crecido en mí desde mi infancia en la escuela de monjas, cuando la imagen de María Magdalena me hablaba de un conocimiento oculto que la Iglesia había tratado de borrar.

Leer La Materia Oscura fue como ver esa verdad plasmada en una historia épica, como encontrar en las palabras de Pullman la validación de aquello que había sentido toda mi vida pero que nunca había podido nombrar con claridad.

Con esta nueva Eva, Pullman nos recuerda que el verdadero pecado no es la búsqueda del conocimiento, sino la renuncia a él. Que la verdadera caída no es desobedecer, sino someterse sin cuestionar. Y que el paraíso no es un reino celestial inalcanzable, sino algo que podemos construir aquí y ahora, si tenemos el valor de abrir los ojos y elegirlo.

 

 

Cuando cierro los ojos y me transporto a aquellos días en mi casa de Lierna, con el lago reflejando los colores del atardecer y el aroma de los cedros llenando el aire, puedo ver claramente cómo " La Materia Oscura " marcó el inicio de mi camino.

En aquellos días en Lierna, envuelta en la magia de la naturaleza y del lago, entendí que la verdadera caída no es elegir el conocimiento, sino permitir que nos lo arrebaten

Fue la primera chispa, la primera puerta que se abrió en mi mente y mi corazón.

Pullman nos deja con una enseñanza poderosa: la vida no debe vivirse en miedo, sino con los ojos abiertos, con valentía y con la voluntad de descubrir nuestra propia verdad

Hoy, después de años de explorar, aprender y seguir ese llamado interno, entiendo que esa joven mujer que leyó " La Materia Oscura con los ojos llenos de asombro sigue viva en mí.

Y ahora, al compartir mi camino con otras personas, al ayudar a otros a despertar su propia verdad, siento que todo comenzó con aquel libro y con aquellos días de soledad rodeada de la magia del lago y la naturaleza.

A veces, los mayores regalos de la vida vienen disfrazados de retos. Y para mí, "La Brújula Dorada" fue uno de esos regalos.

Si aún no has leído La Materia Oscura, te invito a sumergirte en sus páginas con el corazón abierto y la mente dispuesta a cuestionar.

No es solo una historia de fantasía, es un mapa hacia la libertad del pensamiento y del alma. Que este libro te guíe, como lo hizo conmigo, a nuevas preguntas, nuevas revelaciones y un horizonte más vasto en tu búsqueda interior

 

Con Amor Puro

Rossella

 

Nota sobre derechos de autor:

Este artículo es una interpretación y reflexión personal sobre la trilogía La Materia Oscura de Philip Pullman. Todos los derechos sobre la historia y sus personajes pertenecen a su autor y a las editoriales correspondientes. Este análisis tiene fines de divulgación y reflexión literaria sin intención de infringir derechos de autor.

 

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Comentarios

Gisela
hace 3 meses

Gracias Rossella por esta invitacion pasionada!